¿Cómo deberías interpretar las señales que te envía el Espíritu? ¿Tu intuición influiría? ¿Necesitas realizar algún protocolo especial para conectarte con tus guías y obtener de ellos útiles orientaciones?¿Cómo saber si los presagios que recibes son positivos o negativos? ¿Cuál es la técnica adecuada para pedir señales e interpretarlas de manera precisa? ¿Es necesario poseer un don especial?
Índice del contenido del artículo:
Comunícate con tus guías sin necesidad de ser un «elegido»
A lo largo del tiempo empleado en divulgar las Enseñanzas de Kryon, la mayoría de las interrogantes que he estado respondiendo a lectores como tú, han estado relacionadas con la conexión con los guías, tema central de los mensajes de nuestra amorosa entidad.
La mayoría de las preguntas que he recibido, se relacionan con interrogantes acerca de como comunicar con los guías espirituales, cuáles serían las técnicas apropiadas para lograrlo y como verificar la veracidad o autenticidad del mensaje recibido. ¿Casi nada, verdad?
A través de las interrogantes planteadas, he percibido que la mayoría de las personas consideran que la comunicación con sus guías espirituales, es una habilidad reservada a unos pocos elegidos y para manejarla, hay que valerse de complejos rituales.
Otros consideran que la comunicación debería ser clara y audible, pues los portadores de los mensajes tendrían que estar allí mismo, ante nuestra vista, para verificar con su presencia que el fenómeno existe.
En virtud de lo antes expuesto, considero que es mi deber aportar algo de luz a este tema que tanto nos interesa a todos.
Los semáforos del Espíritu
Soy un ferviente seguidor de las señales que el Espíritu envía a través de nuestra interacción con la Vida, pues este es el mecanismo del que «lo intangible» se vale para advertirnos sobre las instancias que pudieran presentarse en la ruta que transitamos.
Todos nosotros estamos en permanente contacto con el Espíritu, aunque no lo sepamos o no nos demos cuenta de ello, pues esa comunicación ocurre a través de aquello que llamamos «seguir la intuición o las corazonadas».

La intuición es una sensación que proviene del lado emocional, creativo e intuitivo del cerebro, aquel que está en mayor contacto con el ser espiritual. Cuando pedimos a nuestro ser que nos proporcione una señal adecuada para ayudarnos a tomar una decisión, estamos poniéndonos en manos de esa silenciosa y sutil fuerza que rige nuestras vidas sin que nosotros sepamos como ocurre.
¡Cuántas veces recibimos mensajes del Espíritu a través de presagios, sin darnos cuenta!
¿Sabes qué son los presagios?
Podemos definirlos como los «semáforos del Espíritu», pues son comparables a las luces verdes de tráfico libre, las amarillas de advertencia o las rojas de peligro.
Los presagios deben interpretarse dejando a un lado los propios pensamientos y la natural tendencia a acomodarlos bajo una determinada lógica. Es por ello que la intuición juega un papel crítico, pues se requiere que la persona tome decisiones no ordinarias basadas en una «no lógica».
La interpretación de las intuiciones y los presagios está centrada en el uso adecuada que demos a nuestros sentimientos. Cuando algo ocurre a nuestro alrededor, debemos estar atentos para percibir los tácitos acuerdos que de manera inconsciente hemos hecho con el Espíritu y preguntarnos por que nos ocurren y como se relacionan con nuestras interrogantes y objetivos de vida.
Para lograrlo, es aconsejable que dejemos de lado sentimientos negativos como la ira, el enojo, la prisa y el cansancio, procurando actuar o tomar decisiones solo cuando nos sintamos abiertos y positivos.
Para que el Espíritu se nos manifieste, debemos aprender a soltar el control de nuestros deseos y expectativas. Hay que dejar de preocuparse por los resultados, pues cada posible desenlace es una posibilidad para experimentar y aprender.
Hay que saber escoger el momento oportuno para actuar, procurando sintonizar el mensaje que se nos esté dando, sin interferir. Recordemos que nuestro cuerpo sabe cuando tomamos una decisión correcta, pues se relaja y se siente aliviado.
¿Quieres conocer cómo es el funcionamiento de esos semáforos?
El presagio del color
Una de las piezas fundamentales de los presagios es el color.
Para poder interpretar de manera certera los presagios dirigidos a ti, debes llegar a un acuerdo con el Espíritu acerca de los colores que te disgustan y los que te atraen. De esa forma, ese convenio reflejará las situaciones que para ti puedan ser positivas o negativas, de manera que logres interpretarlas.
Por tanto, no sólo es aconsejable aprender a prestar atención a los colores, sino también a las sensaciones, sonidos, comportamientos, direcciones, sucesos inesperados y pensamientos que vayan apareciendo ante tus ojos.
La sincronía de los encuentros «casuales»
Las aproximaciones casuales no existen, pues cada persona que se cruza contigo tiene un mensaje para entregarte. Puede suceder que seas tú quien deba descubrir que recado tendrías que entregar a un determinado individuo.
Los mensajes o presagios que provienen de personas, generalmente traen signos o coincidencias que debemos buscar, como por ejemplo, un contacto visual repentino y espontáneo o un sentido de reconocimiento familiar.
Eso no significa que debas detener en la calle a cualquiera y ofrecerle un mensaje que no te haya pedido. Apenas trata de tener presente que todos los que lleguen a tu vida lo hacen por una razón.
Números especiales ante tus ojos
Algunas personas han preguntado que significa «el abrazo de los guías» y como sentirlo.
El saludo de los guías pudiera sentirse como algo físico a modo de un escalofrío o una vibración en alguna parte del cuerpo.
A veces el abrazo no es más que un mensaje recibido a través de números especiales (11:11, 12:12, etc.), o de dígitos que para ti sean relevantes.
Por ejemplo:
- Una determinada secuencia numérica, contabilizada en un grupo de personas, animales u objetos.
- Un número que destaque sobre el resto (un sujeto vistiendo una prenda de ropa con un dígito determinado, una cifra escrita en un papel que aterriza a nuestros pies, etc.).
- Ciertos números repetidos dos y tres veces.
Cualquier evento puede convertirse en una señal
Hay quienes observan los detalles que la naturaleza les muestra a cada paso, mientras que otros (me incluyo) están atentos a cualquier señal que se produzca dentro de su espacio de percepción.
Unas palabras sueltas que alguien pronuncie, una imagen que se nos presente en el campo visual o cualquier sonido que se salga de la normalidad, por ejemplo, serían indicios a los que podrías prestar atención y relacionarlos con lo que en ese momento te preocupe o te interese.
Todo puede ser utilizado por el Espíritu como elemento señalizador.

Veamos una corta lista de incidentes que podrían contener presagios:
- La forma en que se quema una vela y las marcas que deja al derretirse la cera o la parafina.
- La dirección en que sople el viento.
- Las sombras proyectadas por cualquier objeto o persona.
- Un animal que se cruce de manera insólita en tu camino.
- El repentino canto de algún pájaro.
- Una súbita idea que surja en tu cabeza en sincronía con algo o alguien que estés observando o escuchando.
- La sonrisa de una persona desconocida.
- El comentario que «casualmente» oigas de un extraño (no necesariamente dirigido a ti).
- Una canción que esté siendo reproducida en cualquier medio, con una letra alusiva a tus inquietudes.
- Una cartelera publicitaria que contenga un mensaje apropiado para tus circunstancias actuales.
Un caso real de presagio
Te voy a relatar un suceso a modo de ilustración.
En la época en que estuve haciendo servicio directo a través de la distribución del Agua Diamantina (agua estructurada), acudió a mi casa una persona que necesitaba recibirla.
Al terminar de verter el Agua Diamantina en la botella que la persona había traído, el envase resbaló de sus manos y cayó al piso, derramando todo su contenido.

La persona en referencia quedó consternada y avergonzada de que se le hubiera resbalado la botella de sus manos y se inundara el piso de mi cocina.
Más allá de fijarme en las consecuencias de un incidente casero ordinario, sentí que el agua vertida sobre el piso podría estar relacionada con sucesos de tristeza y derrame de lágrimas en la vida del visitante.
Al comentárselo, esta persona me confirmó que estaba pasando por tensas situaciones familiares por las que se sentía abrumado y «al borde del llanto».
¿Para qué sirvió esta observación?
Para que la persona tomara consciencia de la magnitud de sus circunstancias, cuyo peso era tan abrumador que no pudo retenerlo hasta derramarlo a sus pies.
Nada ocurre por casualidad
Este es un enfoque que requiere desarrollar atención al momento presente, al Ahora.
En la medida en que te entrenes para percibir estas sutiles señales y lo que quieren significar (porque «nada ocurre por casualidad»), serás capaz de extraer información del entorno.
Como una manera de ayudarte a que desarrolles un protocolo de comunicación con tus guías, te invito a que conozcas la Oración de Co-Creación que Kryon me facilitó para que fuera masivamente divulgada. Te aseguro que encontrarás en ella una vía confiable y segura para integrarte al Espíritu.
Con tu consciencia realzada por este conocimiento, podrás desarrollar mayores destrezas utilizando cualquiera o todos estos métodos esbozados aquí para mejorar tu comunicación con el Espíritu.
Establece tus propios códigos interpretativos y sin otro enfoque que tu atención, concéntrate y practica diariamente para lograr que tu técnica personal se convierta en una actitud permanente y natural ante la vida.
Mario Liani
Foto portada por Wallpaperflare.com