La mayoría de las veces, la vida te sorprende ante situaciones que es imposible evadir, por más que trates de hacerlo. ¿Te has preguntado por qué hay que cooperar con lo inevitable? ¿Qué mensajes hay tras este tipo de eventos? ¿Por qué cuesta tanto revertir lo que creas que no te convenga aceptar? Te invito a leer esta breve reflexión…
Índice del contenido del artículo:
Ante lo imposibilidad de buscar atajos
¿Relájate y coopera? No, no es lo que estás pensando…
Pero tal vez esto se parezca mucho a situaciones extremas que no hay manera de evitar, pues es necesario atestiguarlas, sufrirlas y vivirlas…
Si procuras hacer memoria, tendrás muy presente las contadas situaciones en que, por más que trataste de evitarlas, fue imposible evadirlas y acabaste por rendirte ante ellas.
Eso significa que la vida te tendió una especie de trampa para que experimentaras lo que se requería.
¿La razón?
Si no hubiese ocurrido de esa manera y hubieses tenido la oportunidad de evitarlo o ejercer cierta porción de tu libre albedrío para darle vuelta a la situación, nunca se te habría presentado el aprendizaje incluido en el paquete que la vida depositó en tus manos sin pedir tu autorización.
¿Por qué?
¿Hay oportunidades tras lo inevitable?
Lo que podrías haber evitado contenía la coyuntura para que vivieras una experiencia que nunca hubieras escogido de manera consciente.
Es más: te aseguro que evadiste a propósito esa situación (y sus consecuencias) en más de una oportunidad, pues en el fondo querías evitar el sufrimiento que creías que ella te hubiese traído.
Eres humano y te lo recuerdas a menudo como una suerte de auto excusa para no sufrir, pero en el fondo sabes muy bien que evitar un asunto doloroso, lo único que ocasiona es que quede aplazado para otra oportunidad en la que tal vez las consecuencias se intensifiquen.
Evitar ese asunto que te produce malestar va en contra de la dinámica pedagógica de la vida, pues dejar de enfrentarlo equivale a aceptar la premisa de que el tema se repetirá hasta que aceptes abrazar la experiencia en toda su dimensión.
¿Por qué te hablo de eso?
Acepta un regalo disfrazado de drama
Lo he visto suceder a menudo en la vida de muchas personas y también me ha tocado experimentarlo de lleno.
Si me permites una sugerencia, cuando te enfrentes a lo inevitable procura comprender y aceptar que la vida te estará entregando un precioso regalo evolutivo, disfrazado de un aparente drama.
¿Tus retos?
Fluye sin resistirte, se paciente y permite que la vida te conduzca hacia una solución que ahora desconoces, pero que surgirá cuando situaciones y personas se alineen para un bien mayor.
Quítale el disfraz de drama a lo inevitable y prepárate para descubrir que al final, aquello no era tan malo como lo anticipaste, pues tus creencias te impedían ver que luchabas contra ti mismo.
Mario Liani
Foto portada por Wallpaperflare.com