CONSULTAS DE NUMEROLOGÍA
Personales y Empresariales
Te orientaré para que alcances las mejores oportunidades
Numerología
creación y cambio de nombre
La selección de un nombre que sobresalga en cualquier escenario es un importante factor que contribuye en la consecución y consolidación del éxito.
Crearé el mejor nombre
que impulse tu proyecto
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¿Buscas soluciones?
- Siento incomodidad con mi nombre y estoy pensando en cambiarlo. ¿Me puedes orientar para escoger la mejor opción posible?
- Mi esposa pronto dará a luz una bebita y hemos leído que a través de la Numerología es posible seleccionar un nombre que sea armonioso y nos ayude en su desarrollo conductual y evolutivo. ¿Nos puedes guiar en este proceso?
- Estoy por crear una empresa y me han comentado que la selección de un nombre beneficioso contribuye al éxito. ¿Cómo se hace eso?
- Tengo un negocio físico pero voy a incursionar en la web y quisiera saber si me puedes ayudar a crear un nombre de dominio que impulse mi emprendimiento. ¿Me puedes explicar las ventajas y cómo ayudarme a conseguirlas?
¡Te ofrezco mi orientación!
- El Cambio de Nombre es un servicio que ofrezco con la finalidad de crear una identidad que refleje exactamente las funciones de aquello que se desea poner en marcha, de forma que contenga códigos armoniosos que potencien los objetivos que se pretenden alcanzar (por ejemplo, una empresa de encomiendas necesitaría una descripción energética que reflejara entregas rápidas y seguras).
- La metodología numerológica que uso para abordar la creación o el cambio de nombres, está centrada tanto en construir nombres a la medida que aporten importantes factores de equilibrio y productividad, como en diagnosticar situaciones donde se deban ajustar, suavizar o anular los posibles efectos adversos que algunos nombres proyectan sobre personas, animales, objetos, empresas, negocios, inmuebles, etc.
- El procedimiento que utilizo consiste en diseñar códigos operativos que se acoplen, en la medida de lo posible, con los potenciales generados por la fecha de creación o nacimiento de la persona, evento o suceso en sí, de manera que las intenciones se compaginen con los resultados.
Opciones
Objetivos
Nombres para recién nacidos
Cambio de nombres
Creación de firmas personales
Selección de seudónimos
Escogencia de nombres para mascotas
Nombres para animales artistas
Nombres para empresas y servicios
Nombres para marcas y productos
Nombres para páginas web
«Nick names» para Redes Sociales
Nombres para productos digitales
Para quien
El Cambio de Nombre es un servicio que puede ser solicitado por quienes necesiten comprender y corregir la manifestación de circunstancias desfavorables ocasionadas por códigos adversos contenidos en la identidad descriptiva de nombres en uso o para quienes quieran construir nombres con códigos que afiancen los objetivos que se persiguen en cualquier ámbito de las actividades personales o productivas.
Beneficios
Recuperar el control de tu vida
Disminuir la incertidumbre
Evitar la casualidad
Corregir lo desfavorable
Adelantarse a los acontecimientos
Escoger los mejores escenarios
Proyectar objetivos
Crear condiciones propicias
Potenciar resultados
Jugar con ventaja
Preguntas y Respuestas
La selección de nombres adecuados para recién nacidos es una tarea de gran responsabilidad para los padres. Una acertada decisión podría marcar grandes diferencias en la crianza y el futuro de la criatura, permitiendo que aproveche mejor las oportunidades y los desafíos que se le puedan presentar a lo largo de su vida.
La ayuda que presto en un caso como este, consiste en determinar – de común acuerdo con los futuros padres – el nombre más adecuado para un recién nacido, de manera que contenga características que conformen una personalidad armoniosa con su Destino y le ayuden a cumplir su Misión al ritmo de sus ciclos de vida.
Para que esto pueda llevarse a cabo, se necesitará conocer de antemano el apellido del padre y la fecha de nacimiento de la criatura, pues no es posible realizar una selección definitiva de nombres hasta que la criatura nazca (el proceso de selección se puede ir adelantando hasta que ocurra el nacimiento).
Junto con ambos padres, realizaremos un buen trabajo de equipo, puesto que yo no escogeré unilateralmente el nombre de la criatura: esta es la misión de los padres. Apenas consideraré todos los nombres propuestos a través de las instrucciones que les daré y les propondré varias alternativas razonadas.
Una vez que los padres hayan escogido el nombre (que deberá combinarse con el apellido del padre, como es usual), el proceso de selección del nombre adecuado debería concluir con la confección de la Carta Natal de la criatura, que sería el paso (adicional) siguiente para asegurar que los padres dispongan de un verdadero manual de supervivencia durante los primeros años de crianza.
Aunque como humanos creemos que tenemos la potestad para escoger el día de nacimiento de la criatura que espera por nacer, en realidad no es así.
Esta práctica se usa al considerar que la criatura deberá nacer por cesárea, es decir, durante un evento programado por el médico partero.
Desde este punto de vista, pareciera que tenemos esa potestad, pero en realidad el evento ocurrirá en la fecha que se pautó… solo si está alineado con el plan evolutivo del alma que nacerá, y eso no lo puede saber nadie: es «un asunto de Dios», como se diría popularmente.
Si haces memoria, deberás recordar los relatos que escuchaste sobre partos programados que no pudieron ser efectuados por razones tan diversas como: el quirófano de la clínica no estará disponible para ese día; el ginecólogo tuvo que viajar repentinamente y hay que reprogramar la cesárea con el partero sustituto; el parto se adelantó de manera natural; la parturienta llegó a la clínica pero la cesárea no puedo realizarse porque no se cumplieron ciertos procesos administrativos y la sala de parto estará disponible dentro de unos días, etc.
Con lo anterior, apenas quiero manifestar que no puedo intervenir en un proceso que ya está definido de antemano… aunque no conozcamos sus mecanismos.
El meollo de este tema se resume con el siguiente enunciado: «Somos… porque nos llamamos».
Esto significa que somos como somos porque nuestra manera de ser (lo bueno, lo malo y lo feo) está codificada en nuestra identidad operativa, que es la combinación de los nombres y apellidos que usamos.
Cambiarse el nombre podría implicar – entre otras cosas – cambiar la manera de ser o «ser otra persona».
Por consiguiente, si algo no funciona en nuestro desempeño conductual y en nuestra vida, lo podemos corregir haciendo alguna modificación sutil, parcial o radical en alguno de nuestros factores de identidad.
De hecho, podemos trabajar «con lo que hay»: algunas veces funciona tomar en cuenta un segundo nombre o un apellido no utilizado; otras veces es suficiente con sustituir una o dos letras.
Si todavía no lo procesas, te insto a que preguntes a cualquiera que se haya cambiado el nombre, como le cambió a la vida a esa persona después de hacerlo.
El ejemplo más sencillo de validar es preguntando a alguna mujer casada que le pasó después de que adoptó el apellido del esposo y se desprendió del propio. Otra circunstancia en que ese cambio incide, es en el caso de personas que se mudan a otro país, donde suelen ocurrir circunstancias inevitables que les «obligan» a aceptar modificaciones mandatorias en los nuevos documentos legales del país de adopción.
Cada caso es un caso, pero un cambio de nombre debería estar plenamente justificado (y además canalizado a nivel espiritual) para no interferir con el proceso evolutivo de la persona.
A mi juicio, el cambio de nombre solo se justifica cuando los factores que componen la identidad de la persona son evidentemente conflictivos con su aprendizaje evolutivo, pues el nombre debería armonizar con el Destino de la persona o por lo menos, estar razonablemente balanceado.
Además, en los dígitos del nombre también está escrita la historia de la persona y si no se tiene cuidado, alguien no preparado podría colocar allí algún código potencial que interfiriera en el proceso del individuo.
Es bueno que sepas que el cambio de nombre no es un proceso milagroso y no funciona si la persona no asume de lleno la nueva identidad y los demás también no asumen que la persona es otra, pues el cambio de nombre implica un cambio personal interno y externo. Dicho cambio funcionará al cabo de un tiempo, el tiempo en que la persona se transforme en la identidad que escogió.
Para considerar tu solicitud de cambio de nombre y aconsejarte con propiedad (es una gran responsabilidad), tendrías que explicarme tus razones, pues aunque consideres de que el cambio sea necesario, puede que no lo sea o que quizás yo no sea la persona indicada para propiciártelo.
Por esa razón, siempre suelo consultar a mis conexiones espirituales antes de intervenir en una operación tan delicada con esa, pues luego tendría que cargar con las consecuencias que se deriven de ello, que no son poca cosa.
El proceso es básicamente similar al que propongo para ayudar a seleccionar un nombre adecuado para recién nacidos (lee la pregunta anterior), en el sentido de que yo no escogeré unilateralmente tu nombre, sino que consideraré las versiones que me propongas a través de las instrucciones que te daré y al final, te suministraré varias alternativas razonadas.
En cambio, si tu preferencia fuera ajustar lo que hay (para no desprenderte radicalmente de tus raíces genéticas), podría asesorarte escogiendo «la mejor combinación de nombres y apellidos» entre tus datos actuales: sería como ir a un sastre para que te arreglara el traje que tienes, en vez de hacer uno a la medida.
La firma, al igual que el nombre de una persona, contiene un código oculto que produce efectos sobre el dueño de la firma, manifiesta sus intenciones, despliega determinadas impresiones al destinatario del documento que la contenga o impregna ese documento con características asociadas a dicho código.
Los efectos que pueden producirse a partir de la manera de firmar (no del grafismo, sino de las letras que integran la firma) son diferentes a los producidos por las vibraciones sonoras de las palabras vocalizadas, ya que la firma actúa en el campo de las comunicaciones escritas.
El cambio de firma es una práctica estrategia que podría ayudarte a mejorar la forma en que te comunicas con los demás, sobre todo en relación al sutil mensaje que esté contenido en tu firma.
Como numerólogo, al asesorar a diferentes personas en esta materia he podido constatar que un fundamentado cambio de firma auspicia una mejor comunicación a todo nivel, aportando ventajas en el manejo de los recursos financieros (opino que ningún engorroso procedimiento administrativo o bancario dejaría de compensar con creces un cambio de firma).
Es importante destacar que si firmas con regularidad muchos papeles o documentos, la creación de una firma balanceada a nivel numerológico podría ser beneficiosa. En cambio, si emites un cheque al mes (o ninguno, pues hoy día todos los pagos se hacen de forma electrónica) y si casi no firmas habitualmente documentos, sería muy relativo buscar cambiar algo que en la práctica no usas ni necesitas.
Para considerar tu solicitud, tendrías que explicarme tus razones, pues entendiéndolas podría estar en condiciones de ayudarte.
El seudónimo es un recurso que se utiliza principalmente en el periodismo y la creación literaria.
Hay periodistas y escritores que desean ocultar su verdadera identidad cuando escriben sobre temas sensibles, pero otros autores usarían un alias para crear una identidad alterna que tenga más «gancho» y sea más atractiva ante los ojos de un comprador de libros.
Al final, el seudónimo se convertirá en tu marca personal y esa es la razón primordial para construir una identidad que tenga códigos acordes a la finalidad que se persigue: obtener popularidad y reconocimiento, publicar y vender libros, etc.
¿Quieres leer ejemplos de escritores famosos que usan alias?
Quino se llamaba Joaquín Lavada.
Ruben Darío fue Felix Rubén García Sarmiento.
Agatha Christie era Agatha Marie Clarisa Miller.
Isaac Asimov fue Paul French.
Pablo Neruda se llamaba Neftalí Reyes.
Mark Twain era Samuel Langhorne Clemens.
Stephen King es Richard Bachman
El proceso para acometer la creación de un seudónimo es el mismo que expliqué en las respuestas anteriores. En este caso, también podríamos investigar si tus nombres reales o una combinación de ellos podrían ser adecuados para la finalidad que persigues.
Es una posibilidad que no debemos descartar (a menos de que decidas que tu alias deba ser completamente diferente a tu nombre y apellido reales). En tal caso, yo no analizaría tu identidad actual sino que te ayudaría a crear una nueva identidad de uso literario.
Dentro del campo literario, además de crear un seudónimo de escritor o escritora, podríamos usar procedimientos numerológicos para crear el nombre de un producto (título del libro o la obra) y determinar la fecha en que sería lanzado al mercado.
Por consiguiente, espero que hayas visualizado todo el abanico de posibilidades que puedo ofrecerte para hacer que tu proyecto literario (musical, científico, tecnológico, espiritual, etc.) se convierta en el éxito que esperas tener.
Como lo dice la palabra, «artístico» significa que está relacionado con el amplio mundo del arte y la publicidad. Actores, actrices, cantantes, pintoras y escultores, por ejemplo, usan un nombre artístico para realizar actividades originales y creativas… y de hecho, eso es también un alias o seudónimo.
¿Quieres leer ejemplos de artistas famosos que usan alias?
Alejandro Sanz es Alejandro Sánchez.
Chayanne se llama Elmer Figueroa.
Madonna es Madonna Ciccone.
Lady Gaga es Stefani Germanotta.
Juanes es Juan Aristizábal.
Daddy Yankee es Ramón Luis Ayala.
Maluma es Juan Luis Londoño.
Las razones, las ventajas y el proceso numerológico para crear un nombre artístico son los mismos que describí en las respuestas anteriores a esta (cambios de nombre y creación de alias).
El nombre que se le asigne a una mascota influencia su comportamiento, pues las reacciones instintivas de un animal podrían ser potenciadas por los códigos asociado a ese nombre. En otros casos, dichos instintos pudieran llegar a ser inhibidos y ese resultado también será atribuido al nombre que se le imponga.
Es conveniente comprender que el nombre que se otorgue a una mascota proviene del inconsciente del dueño, quien podría estar proyectando sobre ella ciertos códigos asociados a experiencias personales que luego el animal podría reproducir instintivamente como propias. Es por eso que a veces, aunque tengamos el deseo de tener a nuestro lado una mascota dócil, el nombre que seleccionamos pudiera producir un efecto contrario.
En líneas generales, la persona requiere que su mascota sea fiel, obediente, discreta, protectora, cariñosa y familiar. Por tanto, el nombre que se le asigne a la mascota a través de una asesoría numerológica – además de armonizar con la fecha de nacimiento del animal (si fuera posible conocerla) – debería estar revestido con las características que el dueño desee y que le puedan garantizar la tranquilidad de disponer de una compañía apacible.
En el caso de que tu mascota sea un animal artista (que pose para fotos o videos para redes sociales, actúe en el cine o en la TV, realice actos en un circo, se presente ante un público, compita con otros animales, etc.), sería relevante escoger un nombre que proyecte las características que se requieran para potenciar su carrera: fuerza, velocidad, resistencia, destreza, histrionismo, simpatía, equilibrio, obediencia, etc.
En consecuencia, te propondría realizar un procedimiento similar al que expliqué en las respuestas previas a esta.
Mi asesoría consiste en ayudar a crear un nombre adecuado para una empresa y adicionalmente, hacerla “nacer” en una fecha que sea favorable para el rango de los negocios que se emprenderán.
Un nombre adecuado sería aquel que dote a la empresa de códigos capaces de desarrollar rasgos de eficacia y productividad en su operatividad y transmita a sus consumidores una sensación de prestigio y confianza.
Por otra parte, la fecha en que se constituye legalmente una empresa representa su fecha de nacimiento y caracteriza su misión, su objetivo o razón de ser, las funciones que cumplirá, las oportunidades que tendrá y los desafíos que enfrentará para lograr su cometido. En pocas palabras, la fecha de creación de una empresa es la causa de que nazca con códigos que podrían no ser adecuados para su desarrollo, especialmente si la fecha se escogió de manera aleatoria.
Si una empresa es creada para un fin específico, pero es constituida (o se hace nacer) durante una fecha que no se integra con ese propósito, se estaría propiciando una situación adversa puesto que los “estatutos energéticos” de su nacimiento estarían siempre opuestos y en conflicto con las pretensiones de sus creadores humanos (quienes siempre son propensos a llevar las de perder).
Por tanto, es esencial que haya una total integración entre los propósitos comerciales y la fecha de constitución legal, pero más importante aún es que exista una armoniosa concordancia entre la fecha de constitución y su identidad pública.
Para acometer tu encargo, se requiere que me expliques exactamente cual es el tipo de negocio que vas a emprender, con todos los detalles que se deban conocer, pues sin ellos es imposible crear los patrones adecuados.
Con esa información, yo te daría ciertos parámetros para que construyas una lista con la mayor cantidad posible de nombres que se te ocurran, que te gusten o que a tu juicio describan la actividad que la empresa realizará, de forma que se puedan diseñar las características más adecuadas.
Por consiguiente, si tu interés es que ayude a generar un nombre apropiado para tu empresa, lo podemos hacer con los procedimientos que ya he explicado con anterioridad.
Sin embargo, si deseas que realicemos un proceso adicional más amplio, analizaría fechas para seleccionar el momento más oportuno para hacer nacer tu empresa junto con una identidad apropiada.
Pensé que buscabas asesoramiento para crear un nuevo nombre para tu empresa (marca, producto, etc.), pero por lo que veo, ya lo tienes concebido y apenas requieres que te diga «si está bien o no».
Cuando intervengo para ayudar a construir una empresa, lo hago “desde cero”, es decir “antes de que exista” para crear algo diseñado para una finalidad especifica y que contemple todas las variables que pudieran estar involucradas para poder «jugar con ventaja».
En tu caso, tienes una empresa registrada que “ya nació», donde no es posible intervenir pues probablemente no aceptarías que te dijera que la cambiaras si yo determinara que fue registrada en una fecha poco apropiada o tiene un nombre no adecuado (modificar el nombre es más fácil que rehacerla… siempre que la empresa haya nacido en una fecha favorable).
Esto sería similar a que aparecieras con un traje hecho por otro sastre y pidieras mi opinión. En ese caso podrían pasar un par de cosas: que te dijera que el traje está bien cortado. ¡Sería excelente! Pero podría suceder que te dijera que el traje no está bien confeccionado. En ese caso, ¿qué harías?
Si me pidieras que “te lo arreglara”, no podría hacerlo, pues es más difícil arreglar algo que ya está hecho… a rehacerlo nuevo, a lo que estoy seguro que no accederías.
Si esa segunda opinión fuera desfavorable, ¿cómo crees que te sentirías? Ya sabes… a veces, es mejor no saber.
Espero que sepas comprender que no se trata de tomar tu dinero y darte una respuesta que te complazca. Es algo que va más allá de eso y mi ética no me permite hacerlo ni intervenir en una situación que ya está definida.
El proceso de creación de una marca o de un nombre para un producto es similar al que he descrito con anterioridad, pues la finalidad es la misma. Es decir, se pretende que el nombre a crear nazca en fecha favorable, que sea comercial y atraiga a consumidores.
Por cierto, esta misma técnica que propongo es aplicable a cualquier proceso durante el cual se necesite crear un nombre que identifique “algo” ante los demás. Por ejemplo: nombres para casas, edificios, objetos, bienes, procesos, gestiones, eventos, animales, etc. La finalidad siempre será crear nombres que propicien resultados acordes a los objetivos comerciales del producto.
En el ámbito del mundo de las artes y la divulgación de eventos de esa índole, es posible intervenir a nivel numerológico para crear originales títulos de obras musicales, piezas de cine y teatro, programas de televisión, columnas periodísticas de divulgación artística, nombres para canales de podcast, etc., con nombres especialmente diseñados para atraer el público a su consumo.
Es indudable que este es un tema sobre el cual no es posible generalizar, pues cada caso será específico, pues el objetivo y el resultado dependerán de la finalidad que el autor persiga.
¡Por supuesto!
La creación de un nombre de dominio para una nueva página web (o un nombre para tus redes sociales) se basa en el mismo proceso que creación de nombres que he descrito a lo largo de toda la sección de preguntas y respuestas: determinar el tipo de actividad que la empresa realizará en internet, crear con tu aporte una lista de nombres para seleccionar el más apto y adicionalmente combinar este proceso con la selección de la fecha más oportuna para registrar el nuevo dominio o para abrir una cuenta en cualquier red social.
En el ámbito del mundo de las artes y la divulgación de eventos de esa índole, es posible intervenir a nivel numerológico para crear originales títulos de obras musicales, piezas de cine y teatro, programas de televisión, columnas periodísticas de divulgación artística, etc., con nombres especialmente diseñados para atraer el público a su consumo.
Es indudable que este es un tema sobre el cual no es posible generalizar, pues cada caso será un caso muy específico, donde el resultado dependerá de la finalidad que el autor persiga.
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Identidad a la medida-
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Seudónimos artísticos y literarios
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