A más de un año de distancia del inicio de la pandemia, ¿cuál es el origen de la situación que amenaza la salud de los seres humanos? ¿Te preocupan las consecuencias evolutivas del esparcimiento del virus? ¿Hay algún propósito para que haya ocurrido este evento planetario? ¿Cómo encarar la posibilidad de vacunarse? ¿Todas las vacunas son efectivas?
Muchos han enviado sus preguntas a Kryon y en esta oportunidad, la amorosa entidad suministra respuestas en tiempo de pandemia.
Índice del contenido del artículo:
La masa crítica pregunta a Kryon
Si has seguido la interacción de Kryon con la humanidad, con certeza sabes que la amorosa entidad que canalizamos suele dar respuestas a interrogantes universales que atañen la evolución espiritual de la masa crítica planetaria.
Dichas consultas se refieren a temáticas relacionadas con el amplio abanico de recurrentes frustraciones que sienten las personas que están en servicio.
Las más usuales se refieren a un creciente sentido de frustración evolutiva, derivado del ambiguo sentimiento que se genera al servir a los demás mientras se descuida la propia estabilidad emocional y financiera.
Foto por Wallpaperflare.com
En virtud de que estos son tiempos en que la desesperanza hace mella en unos más que en otros, Kryon me solicitó que invitara a nuestros seguidores para que nos enviaran sus inquietudes y así dar respuesta a cuestiones que pueden ser más comunes de lo que se piense.
Las casi 50 preguntas enviadas fueron clasificadas por temáticas afines a la mayoría y al objetivo central de la consulta, que fue el de canalizar respuestas a inquietudes universales (no personales) relativas a los tiempos actuales.
A continuación, les presento las preguntas más comunes que la masa crítica envió (la mayoría está centrada en la situación de la pandemia) y las palabras que Kryon nos concedió en respuesta al clamor colectivo.
La voz de Kryon
Yo soy Kryon, en Servicio Magnético para todos la Humanidad.
Y así es como tú, querido ser humano, nos convocas con el necesario propósito de recibir información, aliento y esperanza ante aquello que hoy te preocupa y te aflige.
A través de nuestro vocero, activamos un potencial de diálogo en el que el velo de la separación ínter-dimensional se corrió de nuevo para que tú y yo nos encontremos en un espacio en el que las puertas de la percepción se abran y den paso a un reencuentro que todos aguardamos con mucha expectativa.
Nuestro vocero, al igual que tú, también esperaba la llegada del momento propicio para servir de canal ante tu anhelo de conocer más, pero no podía intervenir hasta que las condiciones estuvieran dadas y se lo hiciéramos saber.
Si bien nuestro vocero siempre dispone de acceso para iniciar un diálogo con el Espíritu, honramos su comprensión en lo que respecta a la formalidad que se requiere al abordar un intercambio reflexivo que no puede ser improvisado, dadas la relevancia de lo que trataremos.
La actitud formal a la que hacemos referencia no es para darle un tributo al Espíritu, sino más bien una manera de honrar la importancia que para ti tiene este acto, pues cumplir con formalidad contigo es un amoroso deber.
En general, el vocero canaliza nuestra voz a través de un diálogo «de tú a tú», pero en esta ocasión, la respuesta será plural y nos sentimos honrados por la oportunidad de hacerlo.
El origen de la pandemia
- ¿Cuál es el origen de esta situación pandémica y quiénes son los responsables?
El ser humano suele siempre considerar la necesidad de determinar quien es «el responsable» de algo.
Desde el punto de vista humano, calificar a alguien como «responsable» podría equivaler a declararlo «culpable». Por consiguiente, la finalidad del acto de culpar puede llegar a convertir a esa persona, grupo o gobierno en candidatos a una suerte de juicio público y a la subsiguiente condena.
Foto por Wallpaperflare.com
Ustedes conocen de sobra el proceso que acabamos de describir. Están tan acostumbrados a ello, que ni siquiera intentan develar las posibles razones evolutivas que pudieron haber ocasionado la compleja cadena de eventos que liberó el virus.
¿Por qué no pensar que a partir del año 2020 el planeta necesitaba entrar en un proceso de ajuste y se requería activar una adecuada cadena de sincronías que generaran un evento con un amplio potencial de transformación global?
¿Por qué no considerar que hubo seres que pactaron (desde otros planos dimensionales) para convertirse en los instrumentos operativos de este gran cambio mundial?
De ser así y desde el punto de vista evolutivo, ¿interesa saber qué países fueron los responsables por la liberación del virus?
Queridos humanos, como hemos repetido desde el inicio de nuestras enseñanzas, «nada es lo que parece».
Aunque un suceso pueda interpretarse de manera cerrada y con poco margen hacia diferentes interpretaciones, a medida que se distancien del tiempo en que ocurrió el suceso y tengan la posibilidad de mirar hacia atrás para estudiar cual fue su recorrido, podrán comprender mejor las consecuencias que el evento les está dejando.
El propósito evolutivo de la pandemia
- ¿Cuál es el propósito evolutivo de la situación de pandemia a la que está sometida el planeta entero?
- ¿Cuál es el mensaje que nos transmite este caos mundial en cuanto a la denominada pandemia y como afrontarlo desde la consciencia?
- ¿La situación que estamos viviendo forma parte de un plan para pasar a otro nivel evolutivo?
En la más reciente historia de la humanidad, no hay referencias de que el planeta haya enfrentado una situación que afectó a cada uno de sus habitantes de manera tan singular como la que ahora experimenta.
En vuestro pasado han ocurrido numerosos acontecimientos que han generado afectaciones globales. Sin embargo, las consecuencias derivadas de ello solo han repercutido sobre la masa crítica vinculada a dichos eventos, es decir, sobre una porción de la población del planeta que ha vivido sus efectos.
Foto por Wallpaperflare.com
Cuando hablamos de masa crítica, no nos referimos a individuos o a cada una de las personas que integran un conjunto de habitantes, sino al conglomerado afectado por el resultado promedio que prevalece.
Por ejemplo, en el pasado el planeta ha sostenido circunstancias bélicas que han ocasionado cambios drásticos en diversas regiones del globo en las que cierta masa crítica ahora vive sus consecuencias.
Si ocurriera un conflicto en una determinada zona y se produjeran obstáculos para la movilización de masas, es muy probable que un gran porcentaje de ese grupo se viera limitado. Sin embargo, muchos buscarían alternativas para huir de esa situación. La mayoría se vería afectada… aunque no cada una de las personas que integren esa masa.
En referencia a lo anterior, ni siquiera las dos guerras mundiales y los subsiguientes conflictos bélicos llegaron a incidir sobre la totalidad de los habitantes del planeta.
Sin embargo, los eventos pandémicos que inciden sobre la Tierra afectan a cada una de las personas que lo habitan, ya que todas – sin excepción – están propensas a contagiar… o a ser contagiadas.
¿Habían atestiguado algo de esta magnitud, donde lo que sucede puede estar destinado a quien sea, en cualquier lugar del planeta, sin distinción de razas, credos o estatus de todo tipo?
Es evidente que esta situación es evolutiva y ello se traduce en que el presente y el futuro de la evolución humana están siendo re-programados.
En más de una ocasión deben haber leído que a lo largo de la evolución humana el planeta ha transitado por circunstancias muy puntuales. Han ocurrido eventos que han dado una «vuelta de tuerca» a la vida, ocasionando un genuino «antes y después» planetario (por ejemplo, la desconocida extinción masiva de los dinosaurios).
Cuando algo por el estilo acontece y genera un cambio tan drástico que afecta a todos por igual, hay una razón ulterior que no puede ser desechada.
La cadena de eventos que comenzó a gestarse a finales del año 2019 se fue consolidando para que toda la humanidad cobrara consciencia de que la supervivencia de la raza ha llegado a un punto de ruptura en el que se hace necesario realizar cambios.
El principal efecto de la pandemia es que cada ser humano tome consciencia de que su supervivencia está en juego: hoy están vivos y rodeados de la familia… pero mañana o pasado tal vez no lo estén.
Ante esta evidente realidad, ¿qué actitud se requiere?
Es necesario considerar que el planeta no es el mismo, así como la dinámica social y económica tampoco los es. Por consiguiente, la postura individual ante la vida ha de ser revisada.
Si han seguido las últimas investigaciones que se han realizado sobre los efectos y consecuencias de la pandemia, es probable que hayan leído que el Covid-19 le ha cambiado la forma de vivir al 90 % de la población. ¿Les sorprende?
No queremos repetir lo que ustedes ya deben saber, pero el principal efecto que la pandemia ha ocasionado sobre las dinámicas ínter-personales es que ahora las personas valoran mucho más las relaciones socio-familiares, pues han comprendido que no es saludable ni constructivo aislarse y limitar las muestras de mutuo afecto.
El principal propósito evolutivo de la situación pandémica que experimentan requiere que el ser humano – como individuo, colectivo o gobierno – tome consciencia de su rol como soporte cooperativo y emocional para su entorno más inmediato y comprenda que es hora de deponer comportamientos centrados en un exceso de individualismo.
Aislamiento, afectaciones emocionales
y la pérdida del propósito de vida
- ¿Cuál es la razón de que durante este proceso pandémico haya personas que no parecen sentirse afectadas, mientras que otras se sienten limitadas, deprimidas y con mucho miedo?
- ¿Qué debemos aprender de este aislamiento al que hemos sido sometidos? ¿Cómo manejar las emociones que se generan con la soledad? ¿Qué hacer para elevar las energías que nos afectan?
- ¿Por qué tantas personas se sienten perdidas en hallar su propósito de vida? ¿Cómo puede fortalecerse el ser humano para hacer frente a los grandes retos a los que nos enfrentamos en la actualidad?
Al principio de las restricciones de convivencia que les fueron impuestas, la humanidad tuvo que aceptar que no estaba preparada para recluirse en espacios cerrados y evitar las convivencias estrechas.
Ello extremó la sensación de soledad y de manera literal obligó al ser humano a aprender a convivir consigo mismo o con aquellos con los que «creía» compartir la vida.
Foto por Wallpaperflare.com
Durante el proceso inicial de acomodarse a una situación impuesta por los hechos, la gran mayoría de la humanidad no estaba preparada para lo que se venía y colapsó a nivel emocional.
¿La razón?
El ser humano ha perdido la capacidad de aprender de sí mismo, porque su ruidosa dinámica diaria silencia sus innatos sentidos y le obliga a enfocarse hacia lo externo.
¿La consecuencia?
Un creciente aturdimiento espiritual aunado a la pérdida de conexión hacia el conocimiento del ser, esencia que aflora solo cuando la atención está dirigida al interior.
Sin embargo, los humanos que más sufren son aquellos que han condicionado su vida a la de otras personas y ahora temen perder la estabilidad que les proporcionan sus vínculos personales.
Al final, el miedo es el origen de las consecuencias emocionales que se han generado por el desarrollo de la pandemia.
¿Temor a qué?
- A estar solos consigo mismos y enfrentar el incesante ruido de los procesos internos que antes estaban amortiguados por lo externo.
- A la sensación de la pérdida de rutinas automáticas que parecían irremplazables.
- A sufrir la falta de un ser querido, proyectando eventos mentales que no han sucedido.
- A enfrentar una estrecha convivencia con «la persona que duerme contigo», aquella con la que hace mucho se perdió el diálogo y la conexión.
- A no saber como ocupar el tiempo y la mente.
- A lo que ocurrirá después.
Como sea, el origen es el miedo a todo lo que no se conoce, bien sea porque nunca se experimentó o porque siempre se evitó.
¿Por qué hay personas que han podido trascender este miedo?
Porque antes del evento planetario, ya tenían una visión que les encaminó hacia el establecimiento de un propósito de vida en el que persiguen objetivos que van más allá de las circunstancias materiales.
¿Cuáles objetivos? Por ejemplo:
- Alcanzar la necesaria paz interna que reduzca el exceso de ruido mental ocasionado por pensamientos recurrentes.
- Cultivar la alegría del corazón, para contrarrestar los altibajos emocionales.
- Practicar una actitud compasiva hacia si mismos y el prójimo.
- Establecer la intención de superar obstáculos, sin importar cuales son y cuando ocurrirán.
- Estar abiertos a la ayuda inesperada que pueda llegar de fuentes desconocidas.
- Asumir y entrenar actitudes internas de fortaleza y seguridad.
- Fortalecer la conexión espiritual que permita percibir y procesar las señales que provienen de lo intangible.
- Esperar siempre la oportuna y sincrónica llegada de una respuesta a posibles interrogantes existenciales.
- Solicitar que las soluciones se presenten a través del camino más fácil y que contemplen siempre el bien mayor para todos los involucrados.
Como verán, no se trata de enfocar el deseo en algo concreto (empleo, dinero, objetos, relaciones, viajes, libertad, etc.) sino en las sensaciones y estados de ánimo que se desean obtener.
Si aspiran alcanzar un sentimiento de alegría y felicidad, este llegará junto al evento que tendrá el potencial adecuado para concretarlo.
La muerte no es una tragedia, pero…
- En estos momentos de la historia, ¿cómo podemos hacer entender a los humanos que la muerte no es una tragedia y que por lo tanto no hay que sufrir por ello ni por las personas que les ha llegado la oportunidad de pasar a otro plano de existencia?
Queridos, a pesar del momento histórico en que viven, no deberían pedirle a alguien que dejara de sufrir por la pérdida de un ser querido, en especial modo si tuvo una fuerte conexión emocional con ese ser. Tampoco deberían tratar de convencerle de que la muerte no es una tragedia, sobre todo si esa persona ha asumido que sí lo es.
Foto por Wallpaperflare.com
En estos tiempos de pandemia, la pérdida física se ha tornado un tema muy sensible para aquellos – son muchos – que ya no tienen la compañía de un ser querido.
De hecho, al momento de dar esta respuesta han fallecido más de 4 millones de personas en el mundo: esto implica que más de un millón de niños han perdido a uno de sus padres.
Por más que muchos de ustedes comprendan que la muerte no es el fin de la experiencia vivencial de un ser atemporal convertido en humano, la masa crítica planetaria todavía no ha alcanzado la consciencia de las implicaciones espirituales de esa transición.
Sin embargo, más que un tema de masas, el asunto involucra el ámbito de las creencias personales que han sido cultivadas a través de procesos evolutivos en los que el ser ha acumulado suficiente aprendizaje para rechazar o aceptar la interpretación humana de la muerte.
Eso ocurre porque el ADN del esa persona viene codificado con experiencias previas (de esa índole), en las que el ser asume y acepta naturalmente su verdad, convirtiéndola en una inexorable certeza.
Dentro del paradigma del sufrimiento humano, la muerte está codificada para generar sentimientos que originen aceptación y comprensión tras el primer impacto doloroso que ocasione la noticia o el hecho.
La razón de ello es que el ser humano necesita pasar por dolorosos procesos de aceptación, hasta llegar por sí mismo a la comprensión del aprendizaje que supone vivir una situación de pérdida física.
El hecho de que la gran mayoría no acepte de que la muerte es solo el paso de un viaje que nunca acaba, tampoco significa que aquellos que lo comprendan sean seres especiales.
Nuestra sugerencia es adoptar la mayor comprensión y compasión posible, para darle a la persona afectada el espacio y tiempo necesario para vivir su duelo y tenga la oportunidad de llegar al momento en que estará lista para ampliar su comprensión.
¿Mutaciones genéticas?
¿Todas las vacunas son efectivas?
- ¿Cuánto tiempo más se extenderá esta pandemia que aflige a muchas familias?
- ¿Cuál será la mejor manera enfrentar las posibles mutaciones genéticas a las que nos podríamos exponer con el surgimiento de nuevos virus?
- ¿Qué criterios hemos de tener en cuenta para no dejarnos manipular acerca de la efectividad de las diferentes vacunas que han surgido?
Queridos humanos, estas son preguntas que provienen de la matriz del miedo.
Cuando respondimos sobre el propósito evolutivo de la pandemia, les mostramos un panorama en el que el proceso de la evolución humana está siendo re-programado… pero nos reservamos parte de la respuesta para suministrarla en este apartado.
Para asimilar lo que sigue, permítanos recordarles que los mayores avances médicos, científicos o tecnológicos se han dado a consecuencia de sucesos que han impactado la masa crítica.
Foto por Wallpaperflare.com
- Después que ocurrió el tsunami en Indonesia (2004) se comenzaron a desarrollar nuevos modelos predictivos que hoy día pueden anunciar con mayor precisión la ocurrencia de un evento catastrófico de esa naturaleza.
- Cuando ocurrió el terremoto-tsunami en Japón (2013) y el mundo entero contuvo la respiración ante la posible explosión de la central nuclear de Fukushima, muchos gobiernos declararon que estaban pensando limitar o suspender la construcción de nuevas centrales nucleares (para evitar futuras catástrofes).
- Cada vez que ocurre un fatal accidente aéreo, las empresas que construyen aviones descubren las soluciones a desperfectos ocultos o a potenciales generadores de situaciones de peligro que pasaron por alto. Gracias a eso, son muchas las vidas que se pueden salvar en el futuro.
Por consiguiente, «hace falta que ocurra algo» para descubrir que lo que anda mal pueda ser corregido y mejorado para el beneficio de generaciones futuras.
¿Por qué no usar el mismo enfoque ante el surgimiento del virus?
Les pregunto: ¿en circunstancias «normales», la ciencia humana hubiera podido avanzar tan rápido para crear (no una, sino…) más de una decena de vacunas para combatir y detener los efectos contagiosos del virus? A la fecha de este mensaje, hay más de 300 vacunas en proceso de investigación y una decena siendo suministradas con relativo éxito.
Este importante avance se torna evidente ante el hecho que se infectaron casi 180 millones de personas en todo el mundo y apenas 4 millones dejaron el planeta.
¿Qué les dice esto?
Que este evento planetario ha ocasionado una verdadera revolución tecnológica, propiciando el surgimiento de nuevos avances médico-científicos que contribuirán a mejorar la salud del humano en el futuro (ante el posible surgimiento de nuevos virus).
Estos avances contemplan desde ahora la producción de vacunas más baratas, más eficaces y más sencillas de administrar (a través de una sola dosis), diseñadas para enfrentar las variantes que vayan surgiendo… hasta que el virus se convierta en un padecimiento similar a la gripe (recuerden que en el pasado, esta «influenza» diezmaba poblaciones enteras).
La visión que queremos suministrarles es que el Covid-19 no se prolongará como pandemia, pero no dejará de existir tal como la gripe nunca ha dejado de hacerlo.
En consecuencia, durante varios años la humanidad tendrá que vacunarse de manera regular para crear una inmunidad temporal, tal como muchas personas suelen hacerlo anualmente contra la gripe.
Es bueno tener presente que cuando alguno de ustedes sufre una gripe, al final genera una suerte de inmunidad parcial. Sin embargo, las nuevas criaturas que nacen no tienen protección inmunológica y si no son inmunizadas, se infectarán.
Por consiguiente, la intensa investigación científica que hoy día se está llevando a cabo protegerá los nuevos nacimientos y garantizará una mejor preparación ante eventos similares que puedan ocurrir en el futuro.
Como trascender los efectos del cambio post-pandemia
- ¿Qué cambiará en el mundo después de la conclusión de la pandemia?
- ¿Qué podemos hacer para superar la crisis mundial que estamos viviendo?
- ¿Desaparecerán los conflictos y despertaremos a un nivel mas espiritual?
- ¿Es el final de una era? ¿Se acerca un cambio dimensional?
Toda crisis planetaria que se les presente, está diseñada para crear renovación en diversas áreas de la vida.
Foto por Wallpaperflare.com
Como les dijimos hace poco, el más importante cambio que experimentarán se vincula con una mayor valoración de la vida, pues al estar en jaque la pérdida de personas cercanas y la propia subsistencia, el ser humano se verá obligado a replantearse modelos más humanos de coexistencia.
La mayor herida que ha estado sufriendo el hombre durante el confinamiento, ha sido aislarse socialmente. Para cualquiera, confinarse es apartarse de las dinámicas del compartir a las que todos ustedes están acostumbrados.
Esa necesaria imposición ha ocasionado una mayor valoración de la cercanía y del mutuo apoyo en las relaciones humanas. Por ello, cualquiera habría hecho lo que fuera oportuno para romper el aislamiento, dar un abrazo a sus afectos o acompañar a un familiar durante su transición hacia otro plano.
¿No es esto alentador para el sustento global de la sociedad?
Ustedes saben muy bien que las vivencias de supervivencia compartida suelen unir a quienes las experimentan, sean amigos o familiares. En este caso, lo relevante es que la humanidad entera ha enfocado su ilusión en el idílico momento en que cesen las restricciones y el todo mundo pueda volver a abrazarse.
Este es un gran paradigma de cambio, pues les impulsará hacia la integración universal como el propósito final para que la humanidad confluya a una convivencia más pacífica y equilibrada.
Sin embargo, ya han visto que la impaciencia por retomar la convivencia está ocasionando retrocesos en el control de la pandemia. Esto caracteriza el mayor de los actuales aprendizajes: aceptar que cada uno de ustedes es responsable de su interacción con el prójimo… pues ser irresponsables consigo mismos ocasiona consecuencias sobre los demás.
En pocas palabras, hoy más que nunca la supervivencia de alguien podría estar condicionada a su cercanía con otros: eso lo llaman «responsabilidad social».
Por consiguiente, el evento que ahora atestiguan generará cambios en el cerebro de las siguientes generaciones, de forma que el ser humano se adapte a novedosas situaciones de supervivencia.
Es indudable que los factores reseñados vislumbran un gran proceso de transformación planetaria que muchos califican como «un cambio de era», pues las generaciones actuales están asumiendo de que esta es la primera y verdadera afectación planetaria global que han podido experimentar.
¿Se han dado cuenta de que ahora están en un nuevo mundo?
Desde el punto de vista evolutivo, es todo un privilegio vivirlo… y un honor para nosotros poderles acompañar en este desafiante proceso.
Y así es.
Kryon por Mario Liani
Foto portada por Wallpaperflare.com