Durante nuestra vida ocurren muchos momentos de inflexión en los que sentimos que se nos empuja hacia la renovación.
¿Qué significa renovarse?
Renovarse implica dejar atrás aquello que ha quedado obsoleto y ha dejado de proporcionar los resultados que antes nos satisfacían.
Este proceso ocurre frecuentemente de manera natural en todas las áreas de la vida, tal como sucede (a otra escala) en la naturaleza, tanto en el mundo vegetal como en el animal.
A pensar de ello, solemos resistirnos al cambio – principalmente el que es mandatorio – pues ese camino nunca es indoloro…. pero cuando se tiene una atenta consciencia, el acto de abrazar esa experiencia cobra una especial relevancia y nos obliga a prestar mucha atención hacia lo que no se ve a simple vista.
Comenzar desde cero
Como lo comenté en el pasado (en nuestro grupo en Facebook), la vida me condujo por la senda de la renovación y no tuve más remedio que comenzar a realizar los ajustes necesarios para renacer y reinventarme en muchas instancias… y una de ellas, que para mi es una de las más importantes, ha sido la creación de este sitio web que ahora visitas.
La primera web que desarrolló Mario Liani
Diseñé, desarrollé e inauguré mi primer sitio web – www.38uh.com – en agosto de 2006, hace más de 14 años atrás, en una época en que la tecnología web era muy diferente a la que tenemos actualmente.
Por razones obvias mi hogar digital quedó muy desactualizado, al punto que tuve serios problemas técnicos para mantenerlo al día, pero principalmente en lo que se refiere a la realización de dos de mis objetivos más prioritarios:
- Tener un blog dinámico y participativo que me sirviera de plataforma para divulgar mis servicios profesionales y escribir sobre los temas que quiero compartir con el mundo hispano.
- Crear una escuela de Numerología Transpersonal online que estuviera integrada al estilo del sitio web.
Así que el reto fue «comenzar desde cero», pero desde una revisión más consciente de los nuevos objetivos que tuve que imponerme.
Consciencia de hogar
Cuando se emprende un viaje de esta magnitud, ocurrirán desvíos inesperados por más que planifiques lo que deseas y como lo quieres alcanzar.
Sin embargo – más allá de las dificultades inherentes a un proceso que involucra creatividad, diseño y procesos de tecnología digital en partes iguales – comprendí que no estuve diseñando una página web para mi actividad profesional… y este es el sentimiento que me animo a compartir constructivamente contigo.
Foto por Wallpaperflare.com
De hecho, a medida en que avanzaba en el diseño, tomé consciencia de que estaba construyendo mi sitio web como si estuviera edificando el nuevo hogar que sustituiría al que quedó fuera de moda, el que se convirtió en una sitio «vintage» y dejó de ser funcional.
Este sentimiento se aclaró cuando comparé mi proceso con algunos de los programas de televisión sobre remodelaciones de casas que se transmiten en el canal Discovery H&H.
En particular, me encanta ver un programa que se llama «Remodelación en pareja», donde Chip y Joanna Gaines (un matrimonio de Waco, Texas), se especializan en remodelar viejas casas que pueden llegar a tener más de 100 años de antigüedad.
Demoler primero, reconstruir después
Además de la simpatía que derrocha Chip, me impresionan la sensibilidad y delicadeza de su esposa a la hora de diseñar nuevos conceptos sobre estructuras por las que no darías un centavo. ¡Es alucinante!
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Durante el inicio de una renovación, lo primero que suele ocurrir es la demolición, que implica desnudar totalmente la casa para retirar los viejos andrajos, los podridos soportes, la agrietada cáscara y dejar en pie el desnudo esqueleto que apenas sostiene la añeja prestancia de una casa que antaño fue relevante.
Este primer paso capturó mi atención, pues me hizo reflexionar sobre las memorias que quedan incrustadas en los hogares donde han vivido personas durante décadas, pues aunque le hayan retirado a la casa su precaria dignidad, esas memorias siguen estando allí (todos los objetos tiene una suerte de «memoria ram»).
¿Qué sentirán las memorias de la casa durante ese proceso?
¿Esas memorias alguna vez se extinguirán del todo?
¿Percibirán la pérdida de su identidad original, dejarán atrás aquello que siempre fueron o se resistirán al cambio?
Honrar la memoria de la casa
Durante el proceso de demolición de esas casas antiguas, la sensible mirada de Joanna tal vez quede atrapada por un viejo trozo de madera surcado por las grises cicatrices del paso del tiempo, por una antigua pero elegante ventana de principios del siglo pasado, por una vetusta pero funcional chimenea o tal vez por el trozo de un viejo y colorido papel tapiz.
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A partir de aquí, se desencadena un proceso alquímico que transforma las olvidadas memorias en un acto de agradecimiento que «resetea la memoria ram de la casa» y la prepara para un nuevo comienzo.
Esa pieza que atrajo la atención de la diseñadora es recogida con mucho celo, restaurada a su estado original y colocada en un lugar relevante de la nueva casa para honrar y perpetuar la memoria de aquello que fue pero no desapareció, sino que se transformó en el recordatorio de un nuevo inicio.
Cuando los nuevos dueños posan sus pies por primera vez en la renovada casa y enfocan su agradecida mirada sobre ese objeto ancestral, suelen brotar silenciosas lágrimas de agradecimiento que (literalmente) despejan y abren el camino hacia el comienzo de una nueva vida.
A partir de allí, las viejas memorias de la casa no obstaculizarán la vida de sus nuevos moradores, pues se les ha dado un puesto destacado, una suerte de invitación formal para convivir con la nueva familia.
Construyendo sobre renovados cimientos
Cuando abrí mi corazón a la percepción sobre como operan las antiguas memorias, entendí que no estaba construyendo una nueva página web.
Foto por Wallpaperflare.com
Más bien sentí que estuve construyendo un nuevo hogar sobre los cimientos de aquel que perduró casi 15 años y que si bien quedó obsoleto (hasta el nombre le cambié), quise honrar su memoria y seguir usando parte de la antigua paleta de colores que concebí en sus inicios… pero más allá de lo estético, conservé y les di una mejor redacción y localización a muchos de los textos que publiqué en el pasado, para que continuaran apoyando a mis lectores y tuvieran continuidad en el futuro.
Con mi corazón abierto de par en par, tuve un sentir unificador que deseo compartir:
- Diseñar y construir una página web personal, más que un proceso tecnológico, es comunicar un sentimiento que se lleva adentro, el que unas veces pugna por salir y otras veces necesita contenerse.
- Es un camino que involucra un revelador diálogo íntimo contigo mismo, pues lo que saldrá publicado es lo que llevas adentro.
- Es una gestión tan personal como escribir un libro, en el que solo muestras las páginas que has escrito a quien estimas y valoras.
- Durante el proceso, se te ocurren muchas ideas pero te las guardas para publicarlas después, solo allí, en exclusiva, pues un autor que cuida lo que escribe y como lo publica… sabe muy bien que su sitio web refleja su visión personal ante la vida y le identifica ante su público.
- Preparar los contenidos que tendrá el nuevo sitio web, es un acto de amor, pues es como poner una mesa para invitar a otros a comer contigo la comida que tú les preparaste, porque sabes lo que les gusta.
El legado de tus aprendizajes
Estas reflexiones me llevaron a sentir que siempre estamos construyendo nuestro presente sobre los cimientos de la experiencia y la enseñanza adquiridas a lo largo del tiempo.
Edificar una casa más moderna, iniciar una nueva relación o emprender un novedoso proyecto, por ejemplo, son actividades que requieren usar todo el aprendizaje y la experiencia que hayamos acumulado, sea del tipo que sea.
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Aunque vayamos a demoler lo que esté obsoleto, lo nuevo que edifiquemos se levantará inexorablemente sobre las bases que hayamos preservado.
¿En qué estado se encuentran lo cimientos de tu vida?
¿Has considerado revisarlos y reforzarlos ante un nuevo proceso de edificación?
¿Pretendes honrar el legado del aprendizaje que te dejaron las viejas memorias?
Revisa los escombros después de la demolición, pues es muy probable que encuentres algo de lo que no te quieras deshacer para colocarlo como un recordatorio de que las cicatrices que dejaron marcas en tu corazón, se transformaron en la rugosa superficie que facilitará la adherencia del sólido pavimento que construyas.
Mario Liani
Foto portada por Wallpaperflare.com